Escribir para que tus hijos, en un futuro quizás no muy lejano, descubran qué decías, qué pensabas o qué creabas. Dejar testimonio de uno mismo aunque solo tú y tu dispersa biblioteca te agradezcan, muy de vez en cuando, las deshilachadas líneas que entre tanto dejas... O la nada
No hay comentarios:
Publicar un comentario