domingo, 23 de diciembre de 2018

Que besen todos al niño

"Allí donde está el pesebre que besen todos al niño, que estamos locos y es diciembre y el mundo se hiela de frío "

E.Jartillo

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Víctor Guíu, en la revista LIBRÚJULA

Fuente: 
http://www.librujula.com/actualidad/2297-burla-y-juego-poetas-humoristicos-actuales 



Texto: Enrique Villagrasa


Ultimamente la risa, la carcajada a man- díbula batiente me persigue. La mayoría de los libros o poemarios que me llegan, manojo de poemas agrupados bajo un título, de autores jóvenes y no tan jóvenes, son de buena risa; pero, como este es un país donde todo vale menos lo que molesta a los de siempre o es favorecido y promocionado por ellos, pues nada, a comulgar con piedras de molino y a pasear bajo palio, que todo se verá. Si hay que tragar no se traga y a versificar: “No he de callar, por más que con el dedo”, que para eso somos los mejores del mundo escribiendo sátiras, tanto en verso como en prosa. Pues bien, esto es lo que piensa uno cuando se pone a escribir sobre la poesía humorística, jocosa, bur- lesca y/o cómica, de estos lares, que ha pretendido, pretende y pretenderá ser el estímulo ideal para leer, aunque más que en solitario, que también, en público. Y aunque a menudo uno prefiera disfrutar de esta poesía en solitario, es un gozo escucharla de la mano de sus autores, disfrutar de la oralidad de esta poesía de metáfora sencilla, que no fácil y tampoco de menor calidad. “El tono o la textura humorísticos no están reñidos con temas de diverso pelo, reflexiones sesudas, hallazgos rítmicos y verbales y, en general, con cualquier otro aspecto que se considere formante del propio hecho poético”, apunta acertadamente Pablo Macías Partida, y es que asociar lo satírico o lo humorístico con un “menor nivel” literario sería un gran error y una gran injusticia, como bien lo de- muestra nuestra tradición, empezando por Juan Ruiz, arcipreste de Hita (Alcalá de Henares, 1283-1360), con su Libro de Buen Amor, siguiendo por el Don Quijote de la Mancha y hasta llegar a nuestros días con poetas como Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962), cuya poesía vitalista y humorística tanta gracia nos hace. Todo es burla y juego.
Y es que los poetas de verso y gracejo ya no lloran lágrimas de cocodrilo; por el contrario, se ríen de todo lo habido y por haber, con versos informales, ingeniosos, de gran riqueza léxica y mayor pirotec- nia verbal, con mezcla de lo culto y popular, que no maridaje. Hablamos de poetas, no de aprendices del verso o versificadores. Poetas, mujeres y hom- bres, que juegan con verdadera maestría con el tono burlón y el ritmo de las palabras, con estrofas de pocos versos y fáciles de memorizar. Las y los poe- tas, no bípedos implumes, saben de los recursos de la retórica y los utilizan con maestría, para gozo del auditorio y del lector que se aproxime a sus versos.
Saben bien que todos esos recursos de la tan nece- saria y olvidada retórica los tienen a su disposición, han leído bien y mucho. La poesía burlesca sabe mejor del equívoco y la paronomasia, de la onoma- topeya y la polisemia, de la hipérbole y el símil, de la metáfora y la alusión, en definitiva, del doble sentido o ese juego de palabras socarrón, que otras poesías de distinto tono: que a lo más que llegan es al oxí- moron y gracias, que no es poco. Este tipo de poesía, nada improvisada, pide a gritos ser tenida en cuenta mucho más y desde Librújula rompemos una lanza a su favor, aunque no necesita defensa alguna, como el soneto, pues se defiende solo, y sola se defiende esta poesía risueña.
Diez poetas diez
En los encuentros de "Crítica y contracrítica. Comu- nicación cultural en España", celebrados en Zarago- za el pasado mayo, nos encontramos con un poeta cultivador de esta poesía que dejó asombrados a todos los que por allí andábamos. Es el profesor de Lengua castellana y Literatura Pablo Macías Partida (Arcos de la Frontera, Cádiz, 1979), del que ofrecemos un breve poema inédito: “…Que rabien/ quienes pensa- ron/ alguna vez/ que yo/ a las cuatro de la mañana/ nunca/ iba a tener a nadie/ con quien hablar. // No- vecientos,/ pienso.// Y contesta,/ solicita,/ Atención al Cliente”. Como pueden leer, agudeza, ingenio, jovialidad y gracia, no le faltan.
Otra poeta que cultiva este tipo de poesía humo- rística es Mercedes Escolano (Cádiz, 1964). En sus poemas, de tono casi confidencial, en la complicidad con el lector, da cuenta de su fina ironía, incluida en los versos de tema erótico, como este poema Paso   del Ecuador, del libro Felina, calma y oleaje (Córdoba, 1986), en la senda del maestro, también gaditano,
Carlos Edmundo de Ory, a modo de homenaje o casi oleaje, de quien es este primer verso que abre el poe- ma: “Amo a un mar de larga cabellera/ cosida con viento a mi popa/ a pique nos vamos amante y yo/ en medio de esta tormenta a sus trenzas/ me prendo loco marinero/ jinete a sus crines exhausto/ la tajamar inclina su aguja aguija/ el mar se duele pero place a los tirones/ del peine entrometido engancho peino y despeino gancho/ mi ternura enhebra un hilo/ de espuma sudor pez muerto/ tiemblo jironado araño muerdo clavo/ me empavesa la espalda inyecta olor a hembra/ mi buque-hebra de acero enfila/ tiemblo jironado araño muerdo clavo/ rajando de este a oeste su melena/ con la quilla el Ecuador/ atraviesa traviesa viesa”.

Tema burla y juego
El siguiente poeta que también deja deja atónitos a propios y extraños es Juan López-Carrillo (L’Ampo- lla, Tarragona, 1960), quien con su libro 69/ modelo para amar (DVD, Barcelona, 2001), que aun siendo la mayoría poemas visuales con el 6 y el 9 de protagonis- ta y su pertinente explicación irónica, tiene además muy acertados poemas de humor al uso, valga como ejemplo este titulado Terapia: “A mí me hechizan/ y me enamoran/ la belleza/ y la dulzura/ de tus hermo- sos labios,/ tanto los unos/ como los vándalos,/ tanto los que me contagian/ el molesto resfriado/ como los que/ después,/ con sabor a ti,/ medicinales/ y arra- santes,/ me lo curan todo”.
También de Tarragona es la poeta Teresa Domingo Català (1967), en cuyo poemario Loliloquios (Nou Editio, Silva, Tarragona, 2004) podemos leer el poema LXIII: “Si te vas iré contigo/ hasta el infi- nito del fuego,/ hasta el desierto de hielo,/ hasta el océano indomable,/ hasta el vacío nuboso,/ hasta el lago pantanoso.// Pero ni se te ocurra/ no sacar la basura”. Nos habla de la viva vivida, tal cual es sin medias verdades ni posverdades que valgan, con la maestría del ingenio y la sagacidad de la poeta que observa y mira y ve lo que bulle a su alrededor   y juega con el lenguaje con mano firme y diestra. Admirable poetisa que dice las cosas tal como las siente. Sin florituras.
El poeta Eduardo Moga (Barcelona, 1962) es otro de los autores que con más gracia y estilo divierte   a sus lectores. Sorprendió con su antología El poeta esteta (Y un apéndice para la felación) (Emboscall, 2003), que es más bien poesía erótica, aunque no le falta humor, como para explicar que no en- tiende cómo la felación ha recibido poca atención por parte de los poetas, pues ambas, felación y poesía, presentan muchos rasgos en común: “Las dos producen un gran placer, y las dos requieren concentración, delicadeza y ritmo y, sobre todo, un uso óptimo de la lengua”. Y siguió sorprendiendo con Soliloquio para dos (La Garúa, 2006), o Dices (Libros en su tinta, 2014).
La poeta madrileña Vanesa Pérez-Sauquillo (Ma- drid, 1978) es una escritora con grandes dosis de humor en sus poemas y para muestra El sueño intac- to (Ars Poética, 2017), antología de su obra poética: “Mi abuelo lee el periódico/ y mi abuela recita su conjuro infalible/ para que deje de parpadear/ la luz de la cocina”. Virtuosismo de alto vuelo que sabe combinar con una profunda sensibilidad. Necesario aire fresco y lúcido desparpajo en su poesía. Además de la búsqueda de lo lúcido en lo lúdico, que es lo que persigue toda su poesía tragicómica, como la vida misma, como ya hizo la fascinante y gran poeta Gloria Fuertes.
Víctor Guíu Aguilar (Hijar, Teruel, 1978) es un poe- ta burlesco y agitador cultural. Escribe una poesía de aquellas que nacen de las tripas, de esa pasión surrealista buñueliana, de cine; de atroces imáge- nes desternillantes, más cómicas que trágicas, del momento actual de la posverdad. La poesía de este poeta apodado "El Mestizo" es, además, de las que interpelan, de las que asombran, y deja al lector perplejo. Y si en sus versos hay ecos reconocibles, estos están bien hilvanados, no lo duden. Uno es fruto de sus lecturas, de sus músicas, de sus gustos y sobre todo escribe de lo que ve, como buen poeta: “Andando, que andando van/ los burricos a la paja. / Bien comidos, bien servidos, / a su amo siempre le cantan”. (Versos inéditos)
Nieves Muriel (Melilla, 1977) es una poeta discreta, pero con un saber hacer en poesía que alcanza de lleno a la persona que con sus versos se atreva, pues creo que en y con su poesía nos muestra una visión del mundo, de su paisanaje, con esa mirada especial, esa gracia de la mujer del Sur, con un lenguaje cuida- do, se bate el cobre con él, y sabiendo que la palabra debe estar sujeta a ritmo en poesía, de ahí esa, su musicalidad. Además, nos ofrece y sugiere imágenes inteligentes que divierten y llegan, desde la tradición a la actualidad, y para muestra: “Mi cuerpo adorme- cido/ sabe de un pensamiento que no cede/ pasión/ no cede Infierno-/ y respira pegado a las entrañas buscando/ en el silencio de la grieta/ la grieta del si- lencio. Pasajes de/ la luz bajo la/ herida”. De su libro Carta de la sirena (Renacimiento, 2016).
Sergio R. Franco (Málaga, 1975) es el poeta del humor y la filosofía por doquier, en sus versos y en los ecos de los versos que producen en el lector: “Yo a borbotones/ yo todo el rato/ yo dos por uno/ yo sin ton ni son/ yo de soslayo/ yo sin perspectiva/ yo en desbandada/ yo a bocajarro/ yo qué palabra tan corta/ para tanto desastre”. Versos de su poemario El espanto, modo de empleo (Lúces de Gálibo, 2010), que son ejemplo de cómo el poeta presenta la rea- lidad de ese bípedo implume, aquí sí, que se cree el yo poético reinando hasta en la esquina del verso. Y esta es la forma de presentar la realidad por él vista, con versos cortos buscando el impacto, cual latigazo cerebral, con capacidad ingeniosa y fina agudeza, cual bisturí.
Sonia Marpez (Sarria, Lugo, 1987) es una poeta que escribe con la gracia de los serafines y el ingenio de los querubines. Agudeza y palabras certeras por doquier. Esta aún joven poeta, afincada en Málaga, tiene además ese duende de los grandes, que es capaz de escuchar y después versificarlo con cuatro versos que te dejan patidiuso en su lectura. La alegría que trasmite y los versos tragicómicos dan cuenta de su potencial asombroso: “Tareas pendientes. Amputar de su trono/ al doloroso pasado. // Que las olas argentas/ se lo lleven al Tártaro”, de su poemario Demolición (Ayuntamiento de Málaga, 2018). Fina ironía e ingenio. Una poesía que nos permite afrontar el futuro con esperanza.
Y, para terminar, escribir que casi todos los y las poetas que he leído tienen algún poema o poemario en los que el humor (a veces negro) es una de sus fortalezas, como Carlos Vitale en Descortesía del suicida (Candaya, 2008); la retranca, pues se ríe con y no de, que expresa Juan Carlos Elijas en Sonetos   a Simeonova (Alacena Roja, 2014); o los poemas concisos, irónicos, conceptuales y epigramáticos de Ferran Fernández con Manual de taxidermista (2015) y Guía del odio (2017), ambos en Luces de Gálibo. O la genialidad del poeta humorístico, o más bien tragicómico, Luis Miguel Madrid en Moscas tres (La única puerta a la izquierda, 2017), por ejemplo y para no ahondar más. Pero ha habido y hay muchos más poetas que cultivan esta poesía satírica, festiva y burlesca, que todavía se pueden encontrar en las librerías, desde Quevedo, Gón- gora y Lope, a Samaniego, Iriarte y Moratín, pasando por Jovellanos y el olvidado Campoamor; además de Gómez de la Serna, Alberti, Lorca y Dámaso Alonso, hasta el citado Carlos Edmundo de Ory, Ángel Gonzá- lez, Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, y David Gi- menez, el de Remolinos; y la esencial, singular y señera poeta, también mencionada, Gloria Fuertes, que pudo con todo y con todos, con su más que burla y mayor juego poético: “Dediqué mi libro a una niña de un año,/ y le gustó tanto,/ que se lo comió”. 

La Europa del Aborigen

#laeuropadelaborigen
#victorguiu
#victormonzon
#pedromata

Poesía, música e imagen



sábado, 1 de diciembre de 2018

jueves, 15 de noviembre de 2018

La biblioteca de Luis



Los etnólogos, musicólogo, antropólogos y otros logos del montón utilizan el concepto de hombres-libro para referirse a esos hombres y mujeres que atesoran una enorme sabiduría popular; que contienen en su memoria cientos o miles de enseñanzas no escritas, leídas, orales… que difícilmente traspasarán cuando se mueran. Entre otras cosas porque no es solo importante saberlas, sino cómo contarlas. 

También he leído e incluso utilizado el término de “filosofía parda”, como si la moral y las enseñanzas de estos hombres-libro, por el hecho de construirse sobre recuerdos y oralidad, fueran pretendidamente más bastas, menos cultas. Como si la cultura se pudiese ordenar tan solo por niveles hegemónicos, urbanos y académicos.

Bien. Pues si tuviésemos que definir a Luis Marquesán Collados, el “Pastelero”, nos quedaríamos cortos con la de hombre-libro. Luis Marquesán no era un hombre-libro. Luis Marquesán era un hombre-biblioteca. Y por si fuera poco era algo muchísimo más difícil de ser: Luis era buena gente; algo que muchos no alcanzaremos a rozar con los dedos.

Yo, como cualquier hijarano de unas cuantas generaciones, he crecido con los dulces y turrones del Virgilio. Cuando mi padre entrenaba a los hijos del Luis, me traían en temporada retajos de mazapán y trufa que duraba lo que un suspiro. Con mi padre, que de vez en cuando le arreglaba alguna pieza de su maquinaria, visité algunas ocasiones el obrador mágico donde Luis, un alquimista de la tradición artesanal, elaboraba los mejores turrones del mundo.

Lo recuerdo un día trayéndole una caja (literal) de “sultanas” a mi padre, quien le había desafiado a ver si recordaba cómo se hacían después de décadas en un cuaderno de apuntes.

Educado, con una gran cultura y gran conversador, tenía metida en la memoria a generaciones enteras de hijaranos. Conocía las anécdotas y sucesos más rocambolescos y en su pequeño rincón de la memoria colectiva, guardaba con celo cuentos e historias.

Además era polifacético. Fue el último gaitero de la localidad tras la muerte del Tío Jorge. Guardaba su dulzaina, de la cual hicieron el modelo de dulzaina en sol que hoy en día se toca por todas las calles y plazas de Aragón. Y tuvimos el detalle, por parte de los organizadores del Encuentro de Gigantes de Aragón, de ofrecerle un pequeño obsequio para recordarlo.

Resultará extraño no oírle al pasar por la calle Mayor. Descansa en Paz Luis, que tu biblioteca encuentre allí donde estés mucha buena gente con quien charrar.


Víctor Guiu

domingo, 4 de noviembre de 2018

Los candiles de Albarracín

Edith Scott publica una nueva obra en la que nos sumerge en las comunidades sefardíes del Aragón del S.XV

La judería de Híjar también sale... para los amantes de su historia y de la literatura histórica.

Le damos las gracias y la enhorabuena a Edith.

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Fuente: https://www.sfarad.es/los-candiles-del-albarracin/



Sale a la luz , en inglés y español, una novela de Edith Scott en la que desde el reino de Aragón del S XV una muchacha judía nos envía un mensaje lleno de luz.


Habitualmente, la voz narrativa de las novelas históricas del sefardismo es , además de singular, masculina.  En esta ocasión, nos enfrentamos al reto intra-histórico de escuchar ( y entender)  la voz -en primera persona- de una sefardí de entonces, una voz de mujer que nos habla tanto de sí misma como de aquello  que fue;  y, en última instancia, de todos nosotros. O que habla para todos nosotros: el mensaje de la obra es una alegato sobre la necesidad de la tolerancia, esa forma de respeto ante la diferencia y la diversidad. Mudéjares, mozárabes, hebreos y cristianos.
La autora también se enfrenta a un reto. Doctora en Derecho por la Universidad de Harvard, y autora de varios libros -ensayos y opúsculos-  ésta es su primera incursión en el mundo de la novela, el especial ámbito de la ficción,  el mágico mundo de la fabulación de índole histórica, donde personajes de otro tiempo son capaces de hablarnos de nosotros en estos días.  ¿El truco para conseguir el milagro de la comunicación? No existe -a drede- la distancia lingüística que habría entre el habla de una muchacha sefardí del S XV –  Sara, perseguida por la Inquisición por pertenecer a una familia  de 1480- y las  jovencitas del XXI.
Al leer  esta novela , el lector viaja desde nuestro convulso tiempo  hacia el  no menos convulso tiempo de  esa Sara de entonces. Pero  resulta  que esa Sara , a su vez, huye del Aragón turolense de entonces para partir desde el puerto de Valencia a un destino que sólo puede descubrir la lectura de la obra. Tú vas hacia ella pero ella se va de todo. Hacia la luz.
A  través de unas páginas especiadas con  todas las manifestaciones  socio-culturales y artísticas  que conocemos al borde del Edicto de Granada, con evocaciones de procesos inquisitoriales reales de prominentes familias aragonesas -e incluso descripciones de autos de fe en la misma Zaragoza-  el lector irá hacia esa luz que,  como una milagrosa janukiá -la original está en el Museo Provincial-nos hará ver la necesidad de la convivencia compartida. Cada llama es un personaje. Cada personaje es una iluminación. Lo que con esa luz se puede ver sólo se puede ver  mirando  los espacios en blanco entre las palabras.
La novela de Edith Scott  Saavedra -sí, comparte apellido con Cervantes- no sólo conoce las palabras en español, sino que , de forma simultánea, está editada también en inglés -la lengua original de la redacción. Y esto es otra forma de luz, pues la realidad judía del Aragón del S XV no ha sido iluminada muchas veces en el ámbito internacional y se hace necesario que , a través de la lingua franca de nuestros días, el mensaje de  fraternidad inter-confesional  de esta novela pueda verse en todo el mundo.
Para comprar el libro, AQUÍ


https://www.amazon.fr/candiles-Albarracin-Edith-Scott-Saavedra/dp/1724788388 

jueves, 1 de noviembre de 2018

entretiempo

me gustaría si no les importa ponerles un poema de entretiempo. un poema que diga por ejemplo tengo y poseo un amor que se pone pardo en otoño pero que rechitará en febrero

martes, 23 de octubre de 2018

Felicidades Manuel









Según la teoría más aceptada
a partir de los doce o catorce años
aproximadamente
los niños se convierten en personas non gratas.

Antes sin embargo de la adolescencia
los niños son simpáticos personajes
aproximadamente
tanto como los son sus cálidas presencias.

Bajo esta interesante teoría
no exenta por lo visto de grandes detractores
aproximadamente
todos los niños quieren no serlo todavía.

Entre tanto los padres y sus hijos
nunca dejan de hacerse tonterías
aproximadamente
en los tiempos que se quieren noche y día.

Hoy que mi pequeño cumple ya siete
descubro en sus imperfectos sueños
aproximadamente
tanta pena por mí que por él fantasía...

.

Víctor Guiu

sábado, 20 de octubre de 2018

de tus noches

De tus noches /
me quedo con los días/
cuando reposan los besos q me diste/
mirando tu perfume ante el espejo.



V.G.A.

martes, 16 de octubre de 2018

mal que bien




mal que bien
los años antes
de que llegaras

bien que mal
los años pasan
mientras buscas

y yo como un fabirol
toco en el aire
las notas antiguas

mientras el sol
refleja tu luz
sobre mis costillas


miércoles, 26 de septiembre de 2018

jueves, 13 de septiembre de 2018

Espejo

Hoy hace décadas que nacimos sobre el antiguo siglo,
que vamos al mercado de entretiempo
a comprar lo que mañana nos dijeron.

Y sin embargo no quiero ser espejo....

viernes, 31 de agosto de 2018

Sobraderos

Ahora me voy acordando,
digo,
que decía que tenía textos pendientes.

Textos abandonados en ordenadores
que presurosos
todavía funcionan a pilas,
como un lavadero antiguo donde lo sucio,
las ideas,
se van por el sobradero,
porque no tuvimos tiempo de dedicarle dos versos.



.

martes, 24 de julio de 2018

Rozar las plazas

Rozar la plaza con los dedos y quedarse en la esquina de la calle, donde hace chaflán. Todo un clásico. A lo Jon Izaguirre en el Tour de Francia.

En esta vida que te pasas siempre de espera mientras sube el bizcocho para luego darlo por sentado en un plis plas.
Si, no rima, venga pues, siente y una ocho.




E.Jartillo

viernes, 13 de julio de 2018

Víctor Guiu en el número de Librújula de Julio-Agosto





Desde la atalaya que asoman a dos latoneros en la ribera del Martín, donde todos te conocen para bien y para mal, uno piensa escribir el infinito.

Pero el infinito se acaba entre un pino centenario y la carretera que va a La Puebla. Y con 40 años que te citen te gusta. Porque uno se hace maduro como los alberges y no le amargan para nada los dulces, aunque sea diabético de los de pinchar.

Enrique Villagrasa siempre se acuerda de algún paisano cuando ríe o llora. Y en el número de verano de la revista Librújula aparece Víctor Guiu como si nada.

La poesía del humor arranca por peteneras en este número. Y no es que uno sea menos poeta por reírse de su alrededor y de sí mismo. Recuerdo un poeta de estos cansinos que no se aguanta ni él cuando a unos cuantos poetas pringaus nos citaba con desprecio por reunirnos para hacer de las nuestras. Tanto giro de teoría lingüística le nubla la razón a muchos, que creen que tienen que escribir la poesía más intelectual del mundo. Pero es que no se aguantan ni ellos.

Por eso es importante que el humor campe por sus derechos. Porque en un mundo en el que todos nos reímos de todo pero cada día hay menos sentido del humor, la poesía, como las clases de Historia, deben dar un vuelco para reirnos hasta de la madre que nos parió.

Y dicho esto, que no sé ni lo que quiere decir, porque soy poeta ajeno a las metáforas clásicas y trascendentales, me quedó con una lata de cerveza, esperando un aire que refresque, mientras los versos enjaulados describen días y noches que aletargan hasta a los fardachos.

Compren la revista (preferiblemente) o no, allí quedan los nombres de los paisanos que pasarán con más pena que gloria por estas estrofas de la modernidad que se van tan pronto al cielo como la mota que no encuentra ni a su padre.


#lasociedaddelboli
#victorguiu
#laeuropadelaborigen

martes, 10 de julio de 2018

FILAS


Naces y tu padre hace fila en el Registro. Esperas en fila para entrar en clase. Des-filas en la mili, o en la procesión absurda donde te colocaron de niño. Fileteas las lonchas transparentes de tus días.

Te dabas el filete cuando eras guapo y joven. 

Y bebes los minutos pensando en días mejores mientras fumas en la puerta del INAEM. Fumar, beber. Demasiados achaques. Demasiados momentos. Demasiadas esperas. Demasiado viejo.

Siempre pendiente del triste recorrido de tus sueños, cuando dependías de ti mismo y la vida se enfilaba.




Víctor Guiu (Colaboración en Compromiso y Cultura, junio 2018)

lunes, 9 de julio de 2018

Gracias CEBM

Gracias a ti  también Alvaro...
Cuando la gente que aprecias y quieres se acuerda de ti lo agradeces especialmente.
No tenemos tanto empuje como entonces pero ahí quedan los logros y el enorme esfuerzo hechos.
Hace ya 20 años de las primeras reuniones del Centro de Estudios Hijaranos-Bajo Martín, que se dice pronto. Entonces yo tenía 20 años. Calculen ustedes. Es una de las cosas de las que más orgulloso me siento.  y este año somos pregoneros de las Fiestas de Híjar......

Fuente: https://www.lacomarca.net/gracias-cebm/





GRACIAS CEBM

Siempre nos quejamos de que el medio rural se despuebla a marchas forzadas y, sin embargo, pocas veces nos paramos a pensar en algunas causas que hacen que todavía un halo de vida permanezca en nuestros pueblos. Pocas cosas sirven mejor para estrechar lazos entre las localidades vecinas que la cultura y el deporte. Por eso me gustaría dedicar hoy mi columna para tener unas palabras de agradecimiento al Centro de Estudios del Bajo Martín (CEBM).
Este ente cultural de nuestra comarca empezó su andadura en el año 1998 como Centro de Estudios Hijaranos, siendo su primer presidente Víctor Guíu; aunque pronto tuvo como interés principal abrirse a todas las localidades de la comarca, pasando a denominarse Centro de Estudios del Bajo Martín. Tras Víctor, tomó el relevo en la presidencia Román Sierra y actualmente desempeña el cargo de presidente José Ángel Guimerá. Se cumplen pues, en este 2018, veinte años de historia desde su fundación. Un tiempo en el que numerosas personas de todos los pueblos de la comarca hemos ido pasando por la junta directiva (hemos; por que tuve el placer de poder formar parte de esta familia durante varios años). Seguramente me dejaré a unos cuantos en el tintero (ruego no se me enfaden por esta involuntaria omisión), pero me gustaría nombrar a modo de agradecimiento a unas cuantas personas que han aportado su granito de arena de forma desinteresada y altruista a este proyecto: Almouayad Royo, Silvia Blasco, Juan Mestanza, Cándido Marquesán, Guillermo Fernández, Miguel Gracia, Eva Gil, David Castillo, Liberto Ponz. A todos ellos, y a los presidentes anteriormente nombrados, mil gracias; pero ante todo un agradecimiento especial para Pascual Ferrer y Miguel Barrera, que son la verdadera “alma mater” del CEBM y han estado desde el principio hasta hoy al pie del cañón.
Como digo, el CEBM es ejemplo de integración y conexión en la Comarca del Bajo Martín, llevando la cultura a todos los pueblos de la misma. Ha desarrollado numerosas jornadas sobre patrimonio cultural, charlas sobre diversos temas, el ya famoso y consolidado festival de cine rural “Festifal” y tareas de investigación y recuperación de elementos patrimoniales de la zona. Ha realizado numerosas publicaciones monográficas, además de la miscelánea anual “Rujiar” y del santo y seña de la asociación que es la revista “El Adarve”. Cuenta además con una sala de exposiciones en Híjar y con más de 200 socios.
Precisamente este año, además de los veinte años de su fundación, se homenajea a la revista “El Adarve” por la publicación de su número 75. En estos días puede verse en la sala del CEBM una exposición que conmemora el evento. Lo dicho, muchas gracias por todo y a seguir así que, como dijo Gardel… veinte años no es nada.

Alvaro Segundo Alcaine

viernes, 6 de julio de 2018

Poema de Fin de Curso

Muchas gracias  por todo. Os echaré de menos chicos….
Y no fumís¡¡¡¡¡¡¡¡





Dulce el tiempo que nos queda
si miramos el sol
cargados de ironía.

Vestir sonrisas
mientras regamos
palabras encontradas.

Vestir sonrisas
si afilamos
nuestro mordaz futuro
en cada esquina.

Cuando más pasen los años
seréis pasado.

Pero siempre, siempre,
la vida,
tendrá en su frente
momentos de pasión y de alegría.




Víctor Guiu, 22 Junio 2018.

jueves, 21 de junio de 2018

Éxito asegurado de La Europa del Aborigen en el IES Bajo Aragón




Este jueves, en el IES Bajo Aragón de Alcañiz, hemos despedido el curso con poesía y música.

Víctor Monzón y Víctor Guiu han acusado la baja de su tercer compañero, Pedro Mata, pero han hecho lo que han podido para distraer e introducir a los zagales la poesía de una manera divertida.

La Europa del Aborigen se ha ido encantada de profesores y alumnos. Esperamos volver algún día.... no muy lejano.




jueves, 14 de junio de 2018

Recital La Europa del Aborigen en el IES Bajo Aragón de Alcañiz








#pedromata
#victormonzon
#victorguiu
#laeuropadelaborigen
#lasociedaddelboli

EL CORPORATIVISMO POLÍTICO DEL CARBÓN

EL CORPORATIVISMO POLÍTICO DEL CARBÓN
La línea de humo del horizonte
Las personas de mi generación han crecido con una línea del horizonte donde el humo de la térmica forma parte del propio paisaje vivido y soñado.
Desde los llanos de Quinto, viniendo de Zaragoza. En lo alto del Majalinos. Bajando de las Ventas de Valdealgorfa. Ese falo industrial de vértigo que desde el coche es fiel indicador de la velocidad del viento.
A los pies del somontano que aún no es sierra. Bebiendo el carbón que trajo gentes, paisajes y paisanajes.
El Bajo Aragón agrario, aquel de señoríos y temple medieval, sufrió una pequeña revolución industrial durante una parte del franquismo y en la transición, a través de las minas y sus térmicas. Escatrón, Eschucha, Aliaga, Andorra. Tierra fértil. Suelo fértil. Historia y despoblación que fue aclimatada durante unas décadas a algún clavo ardiendo en forma de humo de pitillo. Algunos pueblos multiplicaron su población. Otros, asistieron como espectadores de un teatro con entrada de “clac”. Humo. Un humo quizás necesario en una tierra que tantas oportunidades había perdido pero que, tarde o temprano, todos sabían que se consumiría.
A medida que la sociedad cambiaba una incipiente preocupación medioambiental  acusaba discursos que pocos entendían. Y es que estos discursos, redactados en ámbitos urbanos ya destrozados medioambientalmente, poco tenían que ver con la realidad social y cultural de una tierra que, sociológicamente, había cambiado también. Habíamos aceptado monocultivos como solución, porque pocas soluciones más teníamos.
El carbón y la construcción de esa catedral de humo trajo obreros, dinero… Llenó los bares, las casas y las “timbas”. La tierra se hizo híbrida socialmente hablando. El monte se tiñó de un paréntesis de monocultivo. El Andorra era capaz de ganar al Zaragoza de Víctor Muñoz.
Cuando todavía no nos habíamos industrializado ya nos quisieron reindustrializar. La eterna crisis del carbón, la entrada en la CEE y en la UE y el gravísimo error de enfoque que produjo las prejubilaciones, construyó una sociedad peculiar, propia, burguesa… similar a la de otras regiones que sufrieron el mismo problema. Y en lugar de reindustrializar, de reinvertir, el monocultivo de la construcción en Zaragoza y el Levante se nutrió también de ingresos que vinieron aquí pero que no se quedaron.
Los sindicatos y los partidos políticos poco quisieron hacer, cargadas sus bases de un criterio monocolor: el interés político a corto plazo. Y los gestores olvidaron el desarrollo de la tierra entregándolo a fondos y proyectos que pronto demostraron su gran parte de ineficacia. La sociedad política, que tanto evolucionó con la lucha y la mentalidad obrera de los mineros, se tornó en pocos años, a base de subvención y prejubiliación, en una sociedad semiurbana, acomodada, en la cual las hoces, los martillos y las revoluciones se quedaron como cuentos y fábulas del abuelo, que decía haber hecho mucho pero que nos trajo irremediablemente hasta el hoy y el mañana. La dificultad de construir propuestas críticas de aquellos gastos y subvenciones sigue vigente  en la actualidad. Ocurre un poco como lo de hablar de épocas históricas cercanas de nuestro país. Todos estaban allí pero ninguno sabía que aquello no era la solución.
No ha lugar. Los míos no lo hicieron mal. Pero todos estuvieron presentes como organizaciones. Todos opinamos. Todos sabemos. Todos sentenciamos. Pero… ¿quién tira la primera piedra?. Aquello no funcionó, y pronto se supo. Café y polígono para todos. Arreglos de carreteras hacia ninguna parte (y menos mal porque si por Fomento fuera allí estarían como camino de herraduras)….
La reindustrialización, los programas Miner y las prejubilaciones incrementaron la renta provincial pero ni impedían la despoblación, ni se reindustrializó el territorio, perjudicando a parte del terruño que no fue considerado “de primera” como pueblo minero.
Poco importaba, mientras unos recibían intentando quizás lo imposible, otros no podían competir  y el último cerraba la puerta.
Todas las organizaciones políticas y sociales participaron (y participan) en parte de aquelllo. El corporativismo llegó para no marchar. Y después de décadas difícil es oir voces discordantes en dichas instituciones, sean políticas viejas, nuevas, de centro zurda o lateral derecha. IU, PP, PSOE, CHA, Podemos, Ganar, Cs, PAR… ¿por? Por corporativismo, por no enemistarte con el vecino o el cuñado.  Porque el partido contrario no te tache de antiturolense aunque sepas que no hay por donde cogerlo. Podremos prorrogar hasta el infinito nuestra desdicha como sociedad política, donde es fácil agarrarse a un clavo ardiendo, pero es muy difícil arreglarnos juntos por los caminos que, nos guste o no, nos lleva la política internacional del carbón. Y quizás no sepamos o no queramos hacerlo de otro modo. O, sencillamente, quizás sea tarde porque culturalmente nadie quiera quedarse. Y pensarán en el pueblo como el recuerdo viejo de aquella España que nos cuentan los libros; o como el lugar donde se rompe la hora una semana para dejar de contar años el resto del tiempo. Aunque para entonces pocos conozcan las oportunidades que perdimos.
No hay quien se libre. La fuerza del carbón, a nivel social, es imparable. El cigarro se apaga y no hay quien le ponga el cascabel al gato. Los que cobraron ya han cobrado y los que no cobran se han marchado o se marcharán. Allí quedarán los restos industriales para los arqueólogos del siglo XXII, cuando se pregunten… y esta gente, ¿dónde se metió?.






Víctor Manuel Guiu Aguilar
Colectivo Sollavientos
Publicado en Diario de Teruel (Junio 2018)