martes, 23 de enero de 2018

Descanse en paz Don Emilio



En los últimos años de mi vida, ahora que ya no rondo los 40, he tenido la oportunidad de conocer a muchísima gente.

Gran parte de ella tiene un nexo común conmigo que se llama David Giménez, el "Andy Warhol de Remolinos". Cuando las cosas de la vida te llevan del pueblo a Zaragón te sueles sentir bastante perdido. Acostumbrado como estaba yo a las gestiones diarias de las cosas culturales del Bajo Aragón, la ciudad, más que grande o pequeña, se me hacía desconocida, pues desconocía a sus actores.

Las grandes puertas del universo cartonero de David Gimenez me ofrecieron conocer a un rico desfile de personajes grandes y pequeños de este nuestro bendito Aragón.

Uno de ellos fue Emilio Gastón. Inseparable de Mari Carmen, siempre tenían una sonrisa y una muestra de apoyo con su presencia, siempre majestuosa, en los recitales y presentaciones a los que podían acudir.

En realidad con Emilio ya habíamos compartido algunos ratos. Fue entonces cuando le recordé  la anécdota del homenaje que los miembros de Apudepa le ofrecimos en Casa Emilio hace ya unos años. No caía el bueno de Emilio que yo fuese aquel que, en su afán de agradar en versión monólogo delante de Labordeta, Fernández Clemente y él, le conté la intrahistoria del busto de un Justicia nacido en Híjar.

Entre Apudepas, poemas y cartones nos cruzábamos con Emilio y su esposa allí por donde la cultura bullía con humildad.

La última vez que coincidimos fue en el Festival de Poesía "Poesía para soñar" el 16 de septiembre. Allí recitamos junto a Oscar Latas y Pilar Benítez unos cuantos poemas en aragonés. A Emilio no se le veía con la misma soltura de otras veces, pero cuando uno es grande lo suple casi todo con su presencia. Nos emplazamos a vernos en algunos proyectos y recitales próximos. Nos dimos recuerdos de la tierra seca. Nos abrazamos y despedimos como nubepensadores humanos. Y le dedico a mi hijo el pequeño una mirada dulce como el abuelo de Aragón que era, como aquel día cuando en su casa nos contaba las andanzas de un aragonés por el mundo mientras ofrecía su mejor armañac.

De una manera u otra los años pasan. Cuanto más vivas más verás, pero sólo cuanto más compartas a lo largo de tu vida, más largo se hará el camino, más amarás, más soñarás.

Un abrazo Emilio.






Poema recitado en el año 2009 en el homenaje que le brindó APUDEPA:



A EMILIO GASTÓN, CON SONRISA QUE INVADE FUTUROS…
“A vos, que vales tanto como nos, y que juntos somos más, por Dios, nos, vos, te hacemos por siempre amigo, pues cumples nuestros  fueros, y los haces cumplir, y así gastemos los días que nos quedan, y sigamos los pasos que marcaron los que no callaron, y si no, no. “

De utopías pesimistas glosadas por Costa,
pasando por Izquierdas Depresivas,
cansadas de espera.
Galante trato de hombre bonachón,
memoria de Aragón vivido;
De piedra dura; corazón quinceañero

(Olor de barro.
Beso de hierro.
Caricia caliza,
tacto etéreo
Aljez y arpillera.)

Y yo, y nosotros,
contigo desde aquí,
a humildes poetas; estepario bajoaragonés,
para vosotros todos y ellos,
esculpo en palabras tu homenaje,
público, altivo, de esta tu Corte de gentes.

Pues este poema no es corto ni breve;
es horizonte y “rosada”;
como vientos helados y aromas a tasca y café;
pues es el tiempo tuyo,
todavía….
Compañero.
……………………………….
Entre las nieves fuiste Aragón,
y desde tu techo, el Derecho,
y al albor de su frescor,
su prieto golpe en el "peito"
De ojos suaves como un río,
que reflejan mil y un guiños,
brillando contra los ineptos…

Pongamos pues, muecas de orgullo,
con la bandera de Nadie,
que sean vuestras palabras,
los símbolos ancestrales.

Y hagamos fruto maduro…
Y hagamos de voces; Arte.

Que con tu viento “priete” el amor,
fecundemos a damas sombrías,
cantemos aquellos poemas,
sintamos antiguos nombres,
¡que no nos callen, Emilio!,
¡Que no nos callen!

… gracias, por sonreír Aragón durante décadas y
futuros
(Víctor Manuel Guíu Aguilar, el Mestizo)

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