lunes, 6 de marzo de 2017

Lo mejor del mundo



De mis 5 años de vida y trabajo por el Maestrazgo Turolense guardo siempre buenos recuerdos. La memoria es selectiva y salvo algún@ hij@ de put@ de la DGA que me pillaron en horas bajas (ahora se iban a enterar) todo me sabe bueno.

Me gustaba coger el coche y recorrer sus carreteras, viendo pasar las estaciones. Me gustaba pararme en los pueblos, darme una vuelta, fumarme un cigarro y esperar a que alguien pasara por la plaza para echar una charrada o, simplemente, saludar. Porque saludar en algunas tierras es un lujo, pues puedes pasarte días de invierno sin ver a nadie.

Ese saludo que hay que pedir casi por favor en las grandes ciudades.

Aquel ambiente, el olor a chimenea, a comida por las ventanas a eso del medio día. Ver ir y venir el tiempo como las nubes, en un sencillo hasta luego.

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