domingo, 23 de julio de 2017

Por supuesto, NO rotundo al pseudoreferendum catalán

No sabía muy bien cómo empezar este texto corto y pretendo, conciso.

Quizás un título más sugerente hubiese sido "La izquierda y el referéndum", pero acostumbrado a dar palos siempre donde no debo, lo personalizo un poco... mejor así.

En este país, país de países, nación de naciones, estado plurinacional, estado central o central zurdo (ya es complicado con tanta metáfora centrarse hasta en el nombre) llamado España nos parecemos todos mucho más de lo que nos parece. Y eso ya lo hemos dicho alguna que otra vez por estas ventanas, así que no volveremos a insistir mucho. Si recuerdan, siempre he sostenido que un Español (viva en Andalucía, Cataluña o Estercuel) se parece más por lo español que por ideología. Y eso, por mucho que en ciertas partes de Cataluña puedas ir más tranquilo con una camiseta de Noruega, Rusia o Madagascar que con la de España, que ya manda huevos.

Ahora cierto sector del catalanismo se ha echao la manta a la cabeza y van a por todas con la convocatoria de un referéndum.Un referéndum organizado sólo por aquellos que apuestan por irse de casa, con una consistente propaganda solo de parte, utilizando todos los medios públicos a su alcance, sin capacidad de respuesta por los "otros" o "aquellos" y con muchos clarooscuros detrás. Referéndum pues como excusa para hacer lo que quieren hacer con o sin referéndum, al unísono. Intentan imponer, como llevan décadas, una visión nostálgica de un pasado glorioso, unida a un victimismo atroz que a algunos vecinos nos da mucho por el saco.

El victimismo catalán, como cualquier victimismo nacionalista, necesita a un "opresor" que les robe, les quite o les imponga. Si repasan ustedes las inversiones públicas en Cataluña en el último siglo y medio y la comparan con cualquier otra región, país, estado plurinacional, etc... podrán llegar a sus conclusiones propias.

Por otra parte, como aragonés, no puedo dejar de fijarme en el programa velado que hay detrás de estas proclamas pancatalanistas de todos partidos catalanistas (sean independentistas o no). Un programa velado basado en el nacionalismo lingüístico que, entre otras virtudes, desea y trabaja en reunificar todos los territorios de habla catalana. Algo así como lo que pretendía un señor con bigote con los territorios de habla alemana de toda Europa, por hacer una comparación más que odiosa. Y por supuesto, para llegar a conseguir estos programas, llevan años subvencionando y trabajandose el territorio con proyectos culturales y lingüísticos que esconden detrás su política expansionista. Y muchas veces, como promotores de estas infamias, intelectuales charnegos que muestran un resquemor ingenuo contra el lugar que los vio nacer. Sólo tienen que darse una vuelta por ciertos materiales supuestamente culturales y lo que esconden detrás. Normal que, aunque no tengan razón, haya sectores en ciertos pueblos que renieguen de llamar "catalán" a su lengua, por muy catalana que sea, aunque eso difícilmente lo veremos en ningún estudio sociológico.

La revisión y reinvención de la Historia daría para una enciclopedia.

Me da mucha lástima que ciertos colectivos aragoneses no pongan su foco en ese importante aspecto, pues la Generalitat lleva años trabajando en ese convencimiento y, en un acto que podríamos llamar "imperialista" (aunque ellos sólo utilizan esas palabras gruesas para los españoles), quieren anexionar una parte de Aragón a su "procés".

Cualquier argumento que utiliza el independentismo catalán contra España es el mismo que un ultranacionalista español utiliza para perpetuar su patria. Y en todo caso son argumentos manejables, manipulables y con poca sustancia científica que lo demuestre. Eso sí, algo tiene que ver el sentimiento españolista con la educación del s.XIX y XX o el independentismo catalán con la educación de la democracia española. Igual de manipulador, en todo caso, uno u otro.

Todos los nacionalismos vienen de las ideas liberales del s.XIX. Todos los nacionalismo necesitan una lengua, un ejército, una religión, una visión monolítica que debe de chocar, las más de las veces, con los "otros". Así que, lo mismo que inventamos el "nosotros", debemos de construir el "otros".

A mí se me caen los huevos al suelo cuando los sectores indepen catalanes mentan a Franco como una de las causas de su afán de independencia, como si el resto de España, pues ellos son España y como españoles se comportan (solo hace falta verlos y oirlos), se hubiesen bañado en ríos de leche y miel en determinadas épocas históricas.

Construyen sus héroes (alguno de dudosa reputación como cierto president de Generalitat de los años 30 o de los años 80) y generan sus odios. Y sí, hay que decirlo, odian, odian tanto que se retroalimentan con nacionalistas de sus "otros".

Y aquí estamos, en esta España de risa donde la izquierda ha decidido que en su "discurso monolítico" si estás en contra de gilipolleces del calibre del "procés" catalán te tachan de españolazo, facha y algunos adjetivos más.  Pues yo soy concejal de GANAR HÍJAR, que es como no ser nada pero, considerándome de izquierdas (o lo que sea eso) pienso que, una vez más, la progreintelectualidad de izquierdas, tan dada al buenismo y a la payasada bienpensante, debería reconsiderar ciertas posturas.

O no, pueden seguir cogiéndosela con papel de fumar, claro. Allá cada cual.


Víctor Guiu, concejal de Ganar Híjar





martes, 11 de julio de 2017

Enta o norte

E remerando
asperas brilar
en as guembras
nueis en plegar


Fren a fren a mil deseyos
deseparan perén un mar
ent´a oeste l,infinito
dica o norte lo fogar.

D´ixos suenios d´una infancia
que tenió presen o sol
que cremaba por aintro
a nuestra satisfazión.


Un desierto como siña
sin de bier patrias ni penar
en ixe inte ruxia o zielo
que mos afagará a o compás.

Un compás que mos chemeca
que nunca no prexinarás
redolau igual que esclavos
por un sieglo perdonarás.

Boi a o fundo mai mía
entre l´augua trobarás
que dunda bi habrá ixe día
cuan s´amorta la berdá.


(Víctor Guiu, versión en aragonés)