Presupuestando

Los políticos de los pueblos pequeños somos de otra pasta. Lo cual no quiere decir que no seamos políticos. Muy al contrario. Porque aquí la política es todavía más diaria, más lesiva, más imperiosa que en las capitales.

Hay que aguantar el tipo. Y esto es difícil cuando no lo tienes de cara, cuando sectores económicos al completo del susodicho lugar beben las aguas y nunca morderán la mano que les "ayuda" (por no decir subvenciona).

Hasta ahí nada que objetar, o todo.

Presupuestar es decir lo que nos interesa o no. Y está claro que ahí se refleja la voluntad de cada uno. No digo que sea mejor o peor, pero se refleja.

Nos quejamos de nuestra situación catastrófica en lo demográfico. Nos quejamos de qué fuimos y no somos. Pero cuando la voluntad es una foto de qué hubo antes, colgada en un blog tendencioso y cutre, de poco podemos discutir, y mejor tumbarse a la fresca viendo pasar el tiempo.