jueves, 29 de noviembre de 2018
martes, 27 de noviembre de 2018
lunes, 19 de noviembre de 2018
jueves, 15 de noviembre de 2018
La biblioteca de Luis
Los etnólogos, musicólogo, antropólogos y otros logos del
montón utilizan el concepto de hombres-libro para referirse a esos hombres y
mujeres que atesoran una enorme sabiduría popular; que contienen en su memoria
cientos o miles de enseñanzas no escritas, leídas, orales… que difícilmente
traspasarán cuando se mueran. Entre otras cosas porque no es solo importante
saberlas, sino cómo contarlas.
También he leído e incluso utilizado el término de
“filosofía parda”, como si la moral y las enseñanzas de estos hombres-libro,
por el hecho de construirse sobre recuerdos y oralidad, fueran pretendidamente
más bastas, menos cultas. Como si la cultura se pudiese ordenar tan solo por
niveles hegemónicos, urbanos y académicos.
Bien. Pues si tuviésemos que definir a Luis Marquesán Collados,
el “Pastelero”, nos quedaríamos cortos con la de hombre-libro. Luis Marquesán
no era un hombre-libro. Luis Marquesán era un hombre-biblioteca. Y por si fuera
poco era algo muchísimo más difícil de ser: Luis era buena gente; algo que
muchos no alcanzaremos a rozar con los dedos.
Yo, como cualquier hijarano de unas cuantas generaciones, he
crecido con los dulces y turrones del Virgilio. Cuando mi padre entrenaba a los
hijos del Luis, me traían en temporada retajos de mazapán y trufa que duraba lo
que un suspiro. Con mi padre, que de vez en cuando le arreglaba alguna pieza de
su maquinaria, visité algunas ocasiones el obrador mágico donde Luis, un
alquimista de la tradición artesanal, elaboraba los mejores turrones del mundo.
Lo recuerdo un día trayéndole una caja (literal) de
“sultanas” a mi padre, quien le había desafiado a ver si recordaba cómo se
hacían después de décadas en un cuaderno de apuntes.
Educado, con una gran cultura y gran conversador, tenía
metida en la memoria a generaciones enteras de hijaranos. Conocía las anécdotas
y sucesos más rocambolescos y en su pequeño rincón de la memoria colectiva,
guardaba con celo cuentos e historias.
Además era polifacético. Fue el último gaitero de la
localidad tras la muerte del Tío Jorge. Guardaba su dulzaina, de la cual
hicieron el modelo de dulzaina en sol que hoy en día se toca por todas las
calles y plazas de Aragón. Y tuvimos el detalle, por parte de los organizadores
del Encuentro de Gigantes de Aragón, de ofrecerle un pequeño obsequio para
recordarlo.
Resultará extraño no oírle al pasar por la calle Mayor.
Descansa en Paz Luis, que tu biblioteca encuentre allí donde estés mucha buena
gente con quien charrar.
Víctor Guiu
miércoles, 14 de noviembre de 2018
domingo, 4 de noviembre de 2018
Los candiles de Albarracín
Edith Scott publica una nueva obra en la que nos sumerge en las comunidades sefardíes del Aragón del S.XV
La judería de Híjar también sale... para los amantes de su historia y de la literatura histórica.
Le damos las gracias y la enhorabuena a Edith.
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Fuente: https://www.sfarad.es/los-candiles-del-albarracin/
A través de unas páginas especiadas con todas las manifestaciones socio-culturales y artísticas que conocemos al borde del Edicto de Granada, con evocaciones de procesos inquisitoriales reales de prominentes familias aragonesas -e incluso descripciones de autos de fe en la misma Zaragoza- el lector irá hacia esa luz que, como una milagrosa janukiá -la original está en el Museo Provincial-nos hará ver la necesidad de la convivencia compartida. Cada llama es un personaje. Cada personaje es una iluminación. Lo que con esa luz se puede ver sólo se puede ver mirando los espacios en blanco entre las palabras.
https://www.amazon.fr/candiles-Albarracin-Edith-Scott-Saavedra/dp/1724788388
La judería de Híjar también sale... para los amantes de su historia y de la literatura histórica.
Le damos las gracias y la enhorabuena a Edith.
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Fuente: https://www.sfarad.es/los-candiles-del-albarracin/
Sale a la luz , en inglés y español, una novela de Edith Scott en la que desde el reino de Aragón del S XV una muchacha judía nos envía un mensaje lleno de luz.
Habitualmente, la voz narrativa de las novelas históricas del sefardismo es , además de singular, masculina. En esta ocasión, nos enfrentamos al reto intra-histórico de escuchar ( y entender) la voz -en primera persona- de una sefardí de entonces, una voz de mujer que nos habla tanto de sí misma como de aquello que fue; y, en última instancia, de todos nosotros. O que habla para todos nosotros: el mensaje de la obra es una alegato sobre la necesidad de la tolerancia, esa forma de respeto ante la diferencia y la diversidad. Mudéjares, mozárabes, hebreos y cristianos.

La autora también se enfrenta a un reto. Doctora en Derecho por la Universidad de Harvard, y autora de varios libros -ensayos y opúsculos- ésta es su primera incursión en el mundo de la novela, el especial ámbito de la ficción, el mágico mundo de la fabulación de índole histórica, donde personajes de otro tiempo son capaces de hablarnos de nosotros en estos días. ¿El truco para conseguir el milagro de la comunicación? No existe -a drede- la distancia lingüística que habría entre el habla de una muchacha sefardí del S XV – Sara, perseguida por la Inquisición por pertenecer a una familia de 1480- y las jovencitas del XXI.
Al leer esta novela , el lector viaja desde nuestro convulso tiempo hacia el no menos convulso tiempo de esa Sara de entonces. Pero resulta que esa Sara , a su vez, huye del Aragón turolense de entonces para partir desde el puerto de Valencia a un destino que sólo puede descubrir la lectura de la obra. Tú vas hacia ella pero ella se va de todo. Hacia la luz.

La novela de Edith Scott Saavedra -sí, comparte apellido con Cervantes- no sólo conoce las palabras en español, sino que , de forma simultánea, está editada también en inglés -la lengua original de la redacción. Y esto es otra forma de luz, pues la realidad judía del Aragón del S XV no ha sido iluminada muchas veces en el ámbito internacional y se hace necesario que , a través de la lingua franca de nuestros días, el mensaje de fraternidad inter-confesional de esta novela pueda verse en todo el mundo.
Para comprar el libro, AQUÍ
jueves, 1 de noviembre de 2018
entretiempo
me gustaría
si no les importa
ponerles un poema
de entretiempo.
un poema que diga
por ejemplo
tengo y poseo un amor
que se pone pardo en otoño
pero que rechitará en febrero
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